Retomo la memoria deportiva, una vez cumplidos los deberes más inmediatos. Nos situamos, pues, en la temporada 1969-70. En ella, se inició un camino de mayor estabilidad, en lo que al patrocinio de una empresa se refiere. La D.I.S.A. declinó su apoyo de la temporada anterior y vuelta a empezar en la búsqueda de un nuevo nombre que permitiera nuestra continuidad.
El hecho de ser un conjunto deportivo avalado por una notable trayectoria, a lo largo de unos cuantos años, facilitó que el sector de la automoción se interesara por nosotras para promocionar alguno de sus productos. Dentro de este sector, fue la empresa concesionaria de Renault que, a su vez, representaba a una fábrica italiana de autobuses, camiones, material ferroviario, tractores agrícolas, carretillas elevadoras, etc., la que nos patrocinó. Esa marca era O.M. (Oficinas Mecánicas), fundada en 1917, en Brescia (Italia) y que en 1937 entró a formar parte de la Fiat. Su patrocinio cubrió, por completo, la equipación de todas nosotras, el utillaje específico y los traslados para las Fases de Sector Regional y Nacional, si nos clasificábamos para ellas. Como ya anticipé, estuvimos cinco temporadas jugando con las letras O.M. en nuestras camisetas y chandalls. Acompañan al post, el logotipo que lucimos durante esos años y una foto de la primera formación con ese nombre.
En este punto del relato, procede insistir en que, nuestra dedicación, seguía siendo absolutamente amateur. Podría ser que alguien asociara una protección empresarial fuerte, con el cobro de fichajes, sueldos o primas por partidos ganados. Nada, más lejos. Tanto, que todas esas terminologías aplicadas al mundo del deporte, eran desconocidas para nosotras. Quizá, se diera en los equipos masculinos, pero mucho tiempo hubo de pasar para que empezara a saberse de mujeres deportistas que recibieran dinero por practicarlo.
Igualmente, las que estudiábamos, seguimos haciéndolo y, además, con buenos resultados. A base de mucho esfuerzo y buena organización, íbamos sacando nuestras carreras, curso a curso. Como estudiantes, había de todo: Magisterio, Historia, Medicina, Biología, Bellas Artes, Secretariado, Educación Física… Hoy, todas hemos desarrollado nuestra vida profesional de acuerdo con nuestras preparaciones. Ninguna se dedicó a prolongar el baloncesto como medio de vida, por ejemplo, como entrenadora. Incluso, algunas se formaron para ello, a través de los cursos que la Federación Española organizaba, aquí, para obtener los títulos de preparadores provinciales o regionales, como se denominaban en aquel entonces. Razones obvias de aquellos tiempos y de estos lugares, lo explican. Ser mujer, deportista y de las Islas Canarias, eran demasiados obstáculos para pensar en vivir del deporte de nuestros amores. Pero, no fueron los únicos… Hubo más situaciones en las que todos o algunos de esos impedimentos, contribuyeron poco a mantener esa más que demostrada vocación por el deporte. Lo contaré también, cuando llegue el momento. Por ahora, serán las historias del O.M., las que llenen mis próximas entradas.
El hecho de ser un conjunto deportivo avalado por una notable trayectoria, a lo largo de unos cuantos años, facilitó que el sector de la automoción se interesara por nosotras para promocionar alguno de sus productos. Dentro de este sector, fue la empresa concesionaria de Renault que, a su vez, representaba a una fábrica italiana de autobuses, camiones, material ferroviario, tractores agrícolas, carretillas elevadoras, etc., la que nos patrocinó. Esa marca era O.M. (Oficinas Mecánicas), fundada en 1917, en Brescia (Italia) y que en 1937 entró a formar parte de la Fiat. Su patrocinio cubrió, por completo, la equipación de todas nosotras, el utillaje específico y los traslados para las Fases de Sector Regional y Nacional, si nos clasificábamos para ellas. Como ya anticipé, estuvimos cinco temporadas jugando con las letras O.M. en nuestras camisetas y chandalls. Acompañan al post, el logotipo que lucimos durante esos años y una foto de la primera formación con ese nombre.
En este punto del relato, procede insistir en que, nuestra dedicación, seguía siendo absolutamente amateur. Podría ser que alguien asociara una protección empresarial fuerte, con el cobro de fichajes, sueldos o primas por partidos ganados. Nada, más lejos. Tanto, que todas esas terminologías aplicadas al mundo del deporte, eran desconocidas para nosotras. Quizá, se diera en los equipos masculinos, pero mucho tiempo hubo de pasar para que empezara a saberse de mujeres deportistas que recibieran dinero por practicarlo.
Igualmente, las que estudiábamos, seguimos haciéndolo y, además, con buenos resultados. A base de mucho esfuerzo y buena organización, íbamos sacando nuestras carreras, curso a curso. Como estudiantes, había de todo: Magisterio, Historia, Medicina, Biología, Bellas Artes, Secretariado, Educación Física… Hoy, todas hemos desarrollado nuestra vida profesional de acuerdo con nuestras preparaciones. Ninguna se dedicó a prolongar el baloncesto como medio de vida, por ejemplo, como entrenadora. Incluso, algunas se formaron para ello, a través de los cursos que la Federación Española organizaba, aquí, para obtener los títulos de preparadores provinciales o regionales, como se denominaban en aquel entonces. Razones obvias de aquellos tiempos y de estos lugares, lo explican. Ser mujer, deportista y de las Islas Canarias, eran demasiados obstáculos para pensar en vivir del deporte de nuestros amores. Pero, no fueron los únicos… Hubo más situaciones en las que todos o algunos de esos impedimentos, contribuyeron poco a mantener esa más que demostrada vocación por el deporte. Lo contaré también, cuando llegue el momento. Por ahora, serán las historias del O.M., las que llenen mis próximas entradas.
En la foto las veo a todas muy pequeñitas y, como la edad no perdona, no las distingo bien ¿Es Ángeles Llaneza la más alta? ¿Jugó con ustedes? ¿Quiénes son las demás?
ResponderEliminarEstoy impaciente por leer las nuevas historias. Un abrazo.
Sí, Jane, es Ángeles. En la próxima entrada, doy más detalles sobre ella. Sólo jugó en esa temporada. Las demás, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, son: MªReyes Hernández, Pilar Juan, Charo Borges, Ángeles Domínguez, Conchy Ramírez, la recordada Ángeles, Mary Pily Hernández (hermana de MªReyes), Mary Carmen Núñez, Ángeles García y Nieves Reboso. Creo que conoces a más de una.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguir mis recuerdos deportivos.
P.D. Para ver las imágenes, de cualquier post, a mayor tamaño, sólo tienes que pinchar sobre ellas y verás que se abre otra ventana en la que aparecerá la imagen elegida, ampliada. Hazlo con ésta y nos verás a todas, claramente.