sábado, 26 de septiembre de 2009

Las campeonas


A partir de 1963, cuando el Secretario de la Federación Tinerfeña de Baloncesto, el ya mencionado D. Antonio Nóbrega Navarro, logró que el baloncesto femenino se convirtiera en modalidad federada, fue dicha Federación la que se hizo cargo de organizar los campeonatos en los que intervinieran equipos con esta condición y que desearan participar en los torneos.
Dos años después, en 1965, el equipo que siempre se erigía en vencedor de la liga escolar, el Mª Auxiliadora, pasó a llamarse C.B. AA.AA. Mª Auxiliadora, es decir, de Antiguas Alumnas del Mª Auxiliadora, dado que sus componentes ya tenían 17 o 18 años y habían acabado su etapa escolar.
Una vez más, en esa temporada de 1965-66, este gran conjunto volvió a repetir su título de Campeón Regional y, con él, su derecho a participar en la Fase Nacional de la 2ªDivisión. En esa Fase, el equipo que quedara Campeón, ascendía automáticamente a la categoría superior, interviniendo, con pleno derecho, en la Liga Nacional de la 1ªDivisión.
La Fase comentada se celebró en Madrid, participaron seis equipos procedentes de varias zonas y jugaron una liguilla entre ellos, durante una semana. Contra todo pronóstico, el Mª Auxiliadora ganó todos los partidos, se proclamó Campeón de la categoría y, con ello, su pase a la 1ªDivisión.
Pero, hete aquí que, como Canarias casi no existía y, mucho menos, a niveles deportivos y femeninos, la Federación Española se inventó, sobre la marcha, una Fase de Promoción en la que se enfrentaban el Campeón (Mª Auxiliadora) y el Subcampeón de la 2ªDivisión, a los dos últimos equipos de la 1ªDivisión, ascendiendo a esa categoría, sólo el vencedor de la "Promoción fantasma", que, como es lógico pensar, no fue nuestro gran campeón. De manera oficiosa, al entrenador de nuestro representante se le hizo saber, en el transcurso de los partidos, que los árbitros tenían la consigna de impedir que el equipo canario volviera a ganar. Y así fue.
Como una muestra más de la desconsideración y falta de respeto habidas hacia nuestras paisanas, contarles que, para poder afrontar una semana más de estancia en Madrid, que era lo que iba a tardar la dichosa fase inventada, tuvieron que pedir ayuda económica a Tenerife, a través de la prensa de la época, consiguiéndola de algunas empresas e instituciones de aquel entonces.
La razón de esta maniobra estuvo en los intereses de la propia Federación Nacional y de los Clubs peninsulares, que se negaban a contemplar en sus presupuestos un desplazamiento a Canarias, por cada equipo y, en el caso del Mª Auxiliadora, el más perjudicado, tantos traslados como partidos había que celebrar en la Península.
Nunca supe si, de verdad, las arcas estatales no se podían permitir una competición de estas características o si Canarias, ("Lejos de la vista, lejos del corazón"), seguía siendo la olvidada de siempre y, mucho más, en el apartado de mujeres en el deporte.
Con el lógico desencanto, tristeza, impotencia e indignación, volvieron nuestras campeonas a su tierra, donde se les recibió, en el Aeropuerto de Los Rodeos, con todos los honores y con la presencia de sus familiares, amigos y aficionados, que eran muchos y muy entregados.
Para terminar y como homenaje a todos los componentes de aquella ilustre formación, qué menos que nombrarlos y dejar constancia gráfica de todos ellos, por medio de una imagen que los represente. Ellas fueron: Ángeles Domínguez, Juani Fumero, Ángeles García, Juani Gómez, Asunción Guerra, Pilar Hernández, Carmen Dolores Manrique, Clara Pérez, Conchita Ramírez y Fefa Villalobos. El entrenador, Jerónimo Foronda (q.e.p.d.) y la Delegada, Fina González.
Mención muy especial he de hacer del alma mater de éste y otros muchos grupos de baloncesto femenino, que continuaron la gran labor iniciada por las jóvenes del Mª Auxiliadora y que no es otro que quien las enseñó a jugar, las dirigió y las llevó a ese histórico triunfo: Jerónimo Foronda... Pero, será en la próxima entrega.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Las siglas

Para cumplir con el compromiso de la entrada anterior, inicio la de hoy situándoles en un tiempo político que los más jóvenes no vivieron ni falta que les hace.
Las tan rimbombantes iniciales (FET y de las JONS) lo son de lo que sigue: Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Fueron las siglas del único partido que existió en la España franquista. Se fundó en Abril de 1937 y se disolvió cuarenta años después, en Abril de 1977, con la llegada de la democracia.
La Guerra Civil española transcurrió entre 1936 y 1939, aunque muchos de los detenidos por sus ideas contrarias al régimen imperante, no fueran liberados de las cárceles hasta dos o tres años más tarde. En su trágica plenitud, se produjo la fusión de los partidos y movimientos con ideologías fascistas, militaristas, ultranacionalistas, conservadores, tradicionalistas, católicos, monárquicos, etc., que apoyaban la sublevación militar liderada por el general y dictador Francisco Franco Bahamonde. Así pues, el origen de ese gran partido fue la comentada fusión y nació para convertirse en el único cauce de participación en la vida pública de este país.
Es obvio pensar, pues, que controlara todo tipo de actividades sociales, incluídas las deportivas que, en el apartado de la mujer, se hizo a través de la Sección Femenina. El encargo de esta rama de la FET y de las JONS fue instruir a las jóvenes sobre "como ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas", adoctrinándolas en el principio de inspiración fascista, de la supremacía masculina (!).
Aspectos interesantes que hay que reconocer en la labor de la Sección Femenina, fueron su dedicación al mantenimiento de las tradiciones españolas, como la cocina y los bailes regionales y, paradójicamente, su afán por introducir, en los colegios, la Educación Física y, por extensión, la práctica de deportes. Quizá, por su máxima de disciplinar las conductas y educar hábitos de higiene y salud, objetivos siempre beneficiosos y que hay que celebrar.
Cumplido el compromiso de contextualizar los orígenes del baloncesto femenino, toca ahora contar las excelencias del equipo estrella de aquellos años, en Canarias: el C.B. Mª Auxiliadora... Pero, será en otra ocasión. No quiero cansarles.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Los orígenes



Allá por 1939, comenzó la práctica del baloncesto femenino en la isla de Tenerife, la de mayor superficie de las siete que conforman el Archipiélago canario. Fue un grupo de jóvenes aficionadas al deporte de la canasta, que pertenecían a la Sección Femenina tinerfeña, quienes formaron los primeros equipos. Su deseo inicial fue el de pasar buenos ratos haciendo ejercicio y mejorando la técnica del deporte de sus amores.
De todo esto, nos dio noticia un documentado artículo periodístico escrito por D. Antonio Nóbrega Navarro, uno de los grandes valedores de esta modalidad deportiva en nuestra tierra.
En 1963, el Sr. Nóbrega logró que la Federación Tinerfeña convirtiera el baloncesto femenino en una actividad federada.
Como practicantes pioneras, D. Antonio Nóbrega cita en su artículo a Conchita Casariego, Margot Villamandos, Antonia Mandillo, Isabel Vilar y Antonia Camacho, entre otras. Desde 1945, fue la Delegación Nacional de Educación Física de la Sección Femenina de la F.E.T. y de las J.O.N.S., quien organizó la celebración de los eventos del deporte femenino escolar, en general, y del baloncesto, en particular. En los comienzos de los años 60, hubo un equipo, entre los escolares de la época, que destacó sobremanera: el C.B. Mª Auxiliadora, integrado por alumnas del Colegio Hogar Escuela, de Santa Cruz de Tenerife... Pero, éste será el argumento de mi próxima entrada, junto con un poco de historia sobre esas siglas altisonantes antes nombradas y su parcela femenina, la Sección ídem.